PEDRO ROVERE

Patologías frecuentes

Existen más de 2000 patologías clasificadas de la piel. A continuación enumeramos algunas de las consultas más frecuentes.

 

Afecciones del la piel en el Niño: lesiones transitorias de la piel en el Recién Nacido, marcas de nacimiento, lunares displásicos, hemangiomas, dermatitis atópica, urticaria, prurigo, verrugas, herpes, moluscos contagiosos, sarna, impétigo, micosis, exantemas, acné.

 

Afecciones de la piel en el Adulto: dermatitis, micosis, alopecía, caída del cabello, dermatitis seborreica, rosácea, acné del adulto, vitiligo, psoriasis, lunares displásicos, epiteliomas, melanoma, verrugas plantares, herpes, herpes zoster, úlceras, queloides, enfermedades del colágeno, vasculitis, alteraciones del pelo y de las uñas, aftas orales, queratosis seborreicas, queratosis actínicas.

 

Subespecialidades o áreas de la dermatología
que se atienden.

Dermatología Neonatal y Pediátrica: abarca la atención de pacientes con patología de la piel desde el nacimiento hasta la adolescencia. La piel del niño presenta patologías y características muy diferentes a la del adulto que requieren de un diagnóstico y tratamiento especializado.

 

Estomatología: se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las patologías de la mucosa de la cavidad oral y de la lengua. Es un área en la cual se debe actuar en forma interdisciplinaria con otras especialidades como: odontología, otorrinolaringología, cirugía maxilofacial, diagnóstico por imágenes.

 

Dermatología Estética: es un área de la dermatología que ha crecido mucho estos últimos años. Gracias a las nuevas tecnologías y tratamientos se logra mejorar en gran medida el aspecto de la piel, eliminar manchas, imperfecciones, arrugas y devolver la frescura y tersura que se va perdiendo con el paso del tiempo.

Diagnóstico

Dermatoscopía digital: consiste en inspeccionar la superficie de la piel con un instrumento que, mediante la emisión de luz polarizada, nos permite estudiar a fondo la estructura, forma y componentes de cada lunar. El objetivo es la detección temprana de los lunares con signos de cambios o displasia para extirparlos antes de que puedan llegar a ser malignos. Se aconseja la revisión anual de los lunares antes de la primavera, cuando la piel todavía no esté bronceada.

 

Biopsia cutánea para estudio histopatológico: Se aplica anestesia local y se toma una pequeña muestra de la piel para estudiar el tejido con técnicas de microscopía y tener más elementos para un correcto diagnóstico.